Las atrocidades cometidas por el régimen comunista chino contra la minoría étnica uigur no han hecho más que comenzar, al menos en lo que a su difusión refiere, teniendo en consideración el enorme crecimiento de las denuncias de esterilización forzosa practicadas en sus mujeres.

Y es que si hasta ahora las acusaciones provenían de distintos organismos internacionales sensibles con la realidad de este pueblo a manos del gigante asiático, ahora ha sido la sobreviviente a los campos de refugiados uigures de China, Zumrat Dawut, quien brindó más detalles al respecto.

Dawut, que consiguió escapar del maltrato chino a través de Pakistán en 2019, y se encuentra en los Estados Unidos, donde está siendo tratada debido a las secuelas de la esterilización forzada que le aplicaron los médicos chinos, reveló aspectos escabrosos sobre el funcionamiento de esta red.

Más allá de las desacreditaciones que los medios estatales chinos han llevado a cabo de su palabra, esta ya referente de los abusos contra el grupo minoritario uigur, mayoritariamente musulmán, aprovechó su triste experiencia para brindar pruebas suficientes que confirman la situación.

En la actualidad, se calcula que China mantiene cautivos a casi dos millones de uigures, casi todos ellos hacinados en campos de “reeducación”, como los llaman los chinos, en los que se intenta inculcarles la cultura local o, de lo contrario, son sometidos a distinta clase de vejaciones.

Y si bien existen evidencias documentales que ya permiten conocer cómo operan estas asociaciones paragubernamentales al servicio de Xi Jinping, China es extremadamente cuidadosa de que no se filtren imágenes específicas de las esterilizaciones forzosas y las extracciones de órganos.